Acusaron a policías santafecinos de obligar a detenidos a comer excremento
Efectivos de la comisaría de la localidad Frontera, cuyos jefes fueron removidos la semana pasada por la crucifixión de un joven, se encuentra en el centro de una nueva polémica.
El fiscal general del ministerio Público de la Acusación de Santa Fe, Julio De Olazábal, dijo que "los funcionarios policiales habrían privado ilegítimamente de la libertad a dos personas".
"Uno de los cuales, que estaba en los calabozos desnudo, esposado de espalda contra la reja, con sus manos fuera de la misma, fue obligado a comer su propia materia fecal y luego a beber la orina de dos personas que se hallaban en el lugar, y al vomitar fue forzado a esparcírselo por todo su cuerpo", expresó el funcionario.
De Olazábal sostuvo que "se hicieron numerosas tareas investigativas", entre ellas "reconocimientos en rueda de personas, de los cuales se obtuvieron resultados positivos".
"Esta situación también implicó el uso de armas de fuego en perjuicio de una persona durante el mes de abril en el barrio Acapulco de la localidad de Josefina", dijo el funcionario.
En ese sentido, afirmó que la persona atacada "como consecuencia de los disparos sufrió lesiones en uno de sus dedos de la mano izquierda y la quebradura del fémur de su pierna derecha".
El jefe de los fiscales manifestó que "se está en presencia de tres hechos muy graves, pero aislados uno de otros con un grupo de personas que lamentablemente pertenecen a la fuerza policial y que van a ser castigados".
"Se tiene la absoluta decisión de perseguir todo tipo de delitos", advirtió De Olazábal, y aclaró que "no estamos enfrentados con la policía, sino que por el contrario, contamos con su colaboración".
El 23 de mayo un joven fue encontrado maniatado en una cruz de madera en la ciudad cordobesa de San Francisco con un cartel que decía "no robarás" y por el caso fue removida la cúpula de la comisaría sexta de la vecina localidad de Frontera, en Santa Fe, donde había estado detenido hasta el miércoles.
La fiscal de instrucción de San Francisco, Leonor Faillá, denunció en sede judicial que "entre 4 y 5 policías de Santa Fe lo golpearon ferozmente y luego lo ataron con cinta en una madera".
El 25 de mayo la Justicia de Santa Fe liberó a seis de los 12 policías detenidos por el caso, aunque ordenó la detención de otros dos uniformados, informó en esa oportunidad la Secretaría de Seguridad provincial.
El secretario de Control de Seguridad de Santa Fe, Matías Drivet, sostuvo que los policías imputados, que fueron pasados a disponibilidad, "pertenecen a la comisaría de la localidad de Frontera, ubicada en el límite con Córdoba y lindante con la ciudad de San Francisco", donde fue hallado el joven.
Tras ser liberado el joven cricificado, identificado como Víctor Robledo, denunció que agentes de la localidad de Frontera, que lo habían detenido, fueron los autores del ataque.