Ricardo Barreda declaró este mediodía ante la Justicia.

Ante el juez platense Raúl Dalto, ratificó que salió de su casa del barrio porteño de Belgrano sin autorización judicial para dirigirse de “urgencia” a una farmacia tras sufrir una “descompensación”.

Así lo indicó su abogado defensor, Ricardo Gutiérrez, que precisó a la prensa que el dentista condenado a reclusión perpetua por el asesinato de su esposa, sus dos hijas y su suegra “dio un fiel relato de lo que sucedió”.

El letrado afirmó también que las pericias psiquiátricas a las que fue sometido Barreda la pasada semana “fueron positivas”, por lo que estimó que la Cámara Penal podría hacer lugar en breve al pedido elevado de “libertad condicional”.

Tras declarar durante una hora ante el juez Dalto, el odontólogo se retiró del edificio de los tribunales por una salida lateral rumbo a su domicilio del barrio de Belgrano, escoltado por personal del Servicio Penitenciario y sin realizar declaraciones a la prensa.

Gutiérrez remarcó que, “si se trata de una causa que justifique, como por una urgencia médica, está expresamente contemplado que se haga atender y luego lo comunique a la Cámara”.

Al salir de su domicilio para dirigirse a la Cámara Penal de La Plata y custodiado por personal del Servicio Penitenciario bonaerense, el odontólogo les sacó la lengua a los periodistas apostados en el lugar. Luego, al ingresar a los tribunales platenses, fue imprecado por mujeres que estaban en el sitio al grito de "asesino".