Todos están procesados, sin prisión preventiva, por el delito de “abandono de persona” -con una pena de hasta 15 años de prisión-, la figura con que la jueza de instrucción Wilma López les asigna la responsabilidad penal por no interponerse entre agresores y agredidos y evitar el crimen.

Se trata del jefe del operativo policial, el ya desplazado ex titular de la Superintendencia Metropolitana de la Policía Federal, comisario Hugo Lompizano, y sus asistentes en la sala de operaciones desde donde se monitorean los operativos, el subcomisario Rolando Garay y el principal Gastón Conti.

La Sala I de la cámara confirmo también el procesamiento de los comisarios Luis Echeverría y Jorge Ferreira, de la División Roca, y Luis Mansilla, del Departamento Control de Líneas).

Además, el tribunal resolvió procesar a un séptimo policía, el camarógrafo David Villalba, que había quedado exceptuado hasta ahora aduciendo que la interrupción de la filmación -una prueba decisiva- se debió al agotamiento de la batería.

El tribunal superior, integrado los jueces Jorge Rimondi, Lulio Bunge Campos, Alfredo Barbarosh, resolvió además confirmar la competencia de la jueza Wilma Lopez en la causa y rechazar el reclamo de los defensores de los policías que se tramitara en la justicia contravencional porteña.

Por el crimen y las heridas de bala a otros tres manifestantes que reclamaban el blanqueo laboral de trabajadores ferroviarios tercerizados, están detenidos y esperan juicio oral para febrero del 2012 diez integrantes de la patota agresora, entre ellos el jefe de la Unión Ferroviaria, José Pedraza.

El principal acusado de disparar el tiro mortal es el barrabrava Cristian “Harry” Favale, cuyo abogado renunció este lunes a la defensa aduciendo incompatibilidad de criterios.