Con una nueva modalidad del cuento del tío robaron u$s50 mil
El anzuelo fue el nuevo billete de 100 dólares que la Reserva Federal puso en circulación el mes pasado. La víctima creyó la historia que le contó un joven
En el barrio porteño de Mataderos, una anciana de 80 años fue víctima del "cuento del tío" por delincuentes que le robaron 50 mil dólares, tras convencerla de que debía canjear los viejos billetes de la moneda norteamericana por los que fueron impresos con un nuevo diseño para evitar falsificaciones. Sin embargo, esto era falso porque todos siguen siendo de curso legal.
Fuentes policiales informaron que el hecho ocurrió a las 11, cuando la víctima, que es viuda desde hace cinco años y vive sola, recibió en su casa, situada en Ulrico Schmidl al 7300, un llamado de un joven que se hizo pasar por su nieto.
El sujeto le indicó a la anciana que debido a que los billetes de dólares estadounidenses iban a cambiar de diseño, debía canjear los que tenía ahorrados para no perder el dinero.
Los voceros explicaron que la mujer creyó la versión del supuesto nieto, tras lo cual el hombre le dijo que la iba a pasar a buscar un remís en su nombre para llevarla a la entidad bancaria y sacar los ahorros de la caja de seguridad para poder cambiarlos.
Luego de media hora, llegó a la vivienda de la mujer un hombre en un auto que le dijo ser el remisero enviado por su nieto y que la iba a llevar al banco.
Una vez en la sucursal bancaria, la anciana sacó los 50 mil dólares que tenía ahorrados en una caja de seguridad; al subir nuevamente al remís, el chofer le dijo que para continuar con el trámite debía sacar una fotocopia de su DNI.
Entonces, la mujer dejó los dólares en el vehículo y se bajó nuevamente del coche para ir a un kiosco con su documento, momento en el cual el falso remisero escapó con el auto y los billetes que la anciana le había dejado mientras hacía la fotocopia de su DNI.
Al regresar con las fotocopias, la mujer advirtió que el "remís" ya no estaba y que se había ido con sus ahorros, tras lo cual volvió al banco y al contar lo que le había pasado a los empleados se dio cuenta de que había sido engañada.