La Administración Federal de Ingresos Públicos encontró un centenar de trabajadores rurales reducidos a condiciones de servidumbre y en negro.

Fueron diez operativos de control de empleo registrado en diversos establecimientos agropecuarios de las mencionadas provincias.

Los peones cumplían sus tareas en condiciones precarias, con jornadas laborales de doce horas y, en algunos casos, eran ayudados por menores de edad.

Vivían sin las condiciones mínimas de higiene ni agua potable.

Los casos fueron detectados en las localidades de Saladero Cabal, Vera y Pintado, en Santa Fe; Villa Dolores, Monte Cristo y Río Primero, en Córdoba; y en Ascensión, Chacabuco, O’Higgins y La Plata, de la provincia de Buenos Aires.