El colombiano asesinado buscaba radicarse en el país
Así lo señaló el abogado Germán Fliess Maurer, que aseguró que Saldarriaga lo contactó para conseguir la radicación en Argentina y dijo que no tenía deudas con la justicia.
Un abogado confirmó que el ciudadano colombiano asesinado el martes en el barrio porteño de Retiro es Jairo "Mojarro" Saldarriaga, sindicado en su país como jefe narco, y dijo que estaba tratando de radicarse en la Argentina junto a una mujer porque habían intentado matarlo.
"Me contactaron para asesorarlos para conseguir la radicación en Argentina. Él me dio su nombre verdadero para ver cómo podíamos hacer la radicación. Me dijo que no tenía deuda con la Justicia, y ninguna solicitud de Interpol pendiente", aseguró el defensor Germán Fliess Maurer.
Según el letrado, Saldarriaga le contó que "era de los `canjeables`, que había sido puesto en libertad y pertenecía a la guerrilla de las FARC" (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), aunque según medios e investigadores colombianos tras pasar por allí, se convirtió en jefe narco.
Fliess Maurer relató que su cliente "el año pasado había sufrido un intento de homicidio en Colombia y ese fue el motivo por el que quiso irse" de su país, pero evitó referirse a los motivos por los cuales quisieron asesinarlo.
Según medios de Colombia, Saldarriaga lideraba un ejército de 20 sicarios bajo las órdenes de Daniel "El Loco" Barrera, quien hoy es sindicado como el mayor narcotraficante de ese país.
Ambos quedaron enfrentados en febrero de 2011, cuando "El Loco" acusó a "Mojarro" de haber entregado a la Policía un cargamento de 500 kilos de cocaína que iban a ser transportados a México.
En diálogo con el programa "Inimputables" de radio América, el abogado contratado aquí por Saldarriaga contó que en un operativo en el que se quiso matar a su cliente, murieron dos policías que decían que eran sus custodios, lo cual era falso.
El abogado sostuvo que tras analizar la situación del colombiano determinó que no le correspondía que en la Argentina le dieran refugio porque no era el Estado el que lo perseguía.
Por otra parte, el abogado dijo que su cliente "estaba muy preocupado por su seguridad" y que ahora "está más que claro que era necesario proteger su identidad".
"Yo vi a una persona muy nerviosa, pero no interpreto que se estuviera escapando. Respondía a la persecución que venía sufriendo desde el año pasado. No se han encontrado más que celulares y algunos chips en la camioneta", dijo el letrado respecto de una Honda CTV que el colombiano había dejado en un estacionamiento antes de ser atacado a balazos.
Respecto de una mujer venezolana que estaba con Saldarriaga antes de ser asesinado y con quien había llegado al país, el defensor consideró que "es una damnificada en todo esto".
"El Estado argentino debería tomar medidas para proteger, amparar y proteger su identidad, no exponerla a situaciones innecesarias.
Todavía no se ha dispuesto nada", afirmó.
El crimen se cometió a las 18.45 del martes en Marcelo T. de Alvear y Talcahuano, de Retiro, cuando el colombiano salió de un estacionamiento y fue atacado a balazos por un hombre que venía en moto.
Tras el ataque, el supuesto sicario logró escapar caminando y dejó la moto tirada, en tanto que médicos que llegaron al lugar no pudieron salvar al herido.
En el auto de la víctima, los investigadores a cargo del fiscal Juan Andrés Nicol hallaron dinero, cinco celulares y numerosos chips telefónicos, mientras que en su licencia de conducir el colombiano figuraba como Carlos José Brausin García (39).
También se halló un pasaje de una mujer que ingresó al país el viernes 6 de este mes y valijas con ropa, mientras que se pudo probar que la misma estuvo alojada tres días desde que llegó en un hotel de Buenos Aires.