La novia del colombiano asesinado aseguró no saber nada
Soledad Trujillo, no pudo aportar elementos de valor ante la Justicia, que avanza en la hipótesis de un crimen por narcotráfico, y continúan con la busqueda de "El Diablo".
"Todavía no tenemos una hipótesis, todo nos lleva al narcotráfico pero no lo podemos confirmar", insistió la fiscal Cristina Caamaño, a cargo de la investigación.
Caamaño señaló que Trujillo, internada en el Hospital Fernández de esta capital, le dio detalles del ataque sufrido en la tarde del ultimo lunes pero no pudo aportar ningún elemento de relevancia.
"Habló conmigo, pero no fue una declaración. Ella se encuentra con custodia policial. Está asustada pero sin dar pautas de nada porque ella no sabe qué sucedió".
Mientras tanto, los investigadores siguen apuntando a esclarecer quien es el tercer sujeto que desapareció de la escena del crimen cuando comenzó el tiroteo y al que se lo ha señalado con el apodo de "El Diablo".
"Estamos buscando a una tercera persona que se encontraba con ellos (en referencia a Gutiérrez y su novia), pero todavía no sabemos absolutamente nada", se limitó a decir la fiscal en declaraciones radiales.
Según señaló, la joven lo había visto otras veces en compañía de su novio pero ella no lo había visto nunca, solo esa tarde del ataque.
La fiscal aguardaba el resultado de las investigaciones realizadas en las cámaras de seguridad de la zona para obtener alguna pista para llegar a los dos atacantes que aparecieron a bordo de una moto y dispararon contra la pareja.
El hecho ocurrió en la tarde del último lunes, cuando los colombianos pedaleaban por la ciclovía de la avenida Figueroa Alcorta cuando, delante de numerosas personas, y un hombre se bajó de una motocicleta y disparó once tiros.
A Gutiérrez lo asesinó de tres balazos y Trujillo terminó internada con dos balazos. Los tiros fueron efectuados con una pistola calibre 380 y se investiga si, efectivamente, se usó un silenciador, como dijeron algunos testigos.
También se quiere saber si la moto de los atacantes pudo haber sido alquilada, porque si bien "no hay cámaras" en el lugar donde ocurrió el ataque, sí había "más adelante" y pudo haber quedada registrada la imagen de los agresores o el colombiano que escapó, se explicó.
La fiscal también esperaba que la joven autorizara a los investigadores a ingresar al departamento de la ciudad de Vicente López que ambos compartían para poder encontrar en las computadoras o documentos algún rastro que permita esclarecer el homicidio.