María Esther Romero, madre de Érica Soriano, la joven desaparecida desde el 21 de agosto del año pasado, pidió por Continental la declaración indagatoria de la ex pareja de la joven. En Magdalena Tempranísimo, insistió en la actitud "sospechosa" e "indiferente" de Daniel Lagostena en el momento de la desaparición de su ex pareja, así como en coartadas que, según la posición de la familia, no pudieron ser confirmadas por testigos independientes. 

“Hay un investigador que considera que Érica está viva”, subrayó Romero. Además, puntualizó que “nadie la vio salir de su casa” el día en que desapareció. Lagostena “se desentendió del tema y nunca nos llamó para saber si sabíamos algo de ella, y añadió que el ex marido “describió que Érica salió de su casa con ropa que ella tiene en su casa”.

El texto presentado judicialmente imputa a Lagostena el delito de “privación ilegal de la libertad” y no se descarta que la mujer haya sido víctima de “homicidio”, aprovechando “la mayor vulnerabilidad y debilidad debido al estado de gravidez que tenía al momento de disponerse arbitrariamente de su libertad, coartándosele de esa manera no sólo su libertad ambulatoria, sino que debió soportar la imposibilidad de continuar con los controles y demás condiciones inherentes a la gestación en curso”.

El documento cataloga a Lagostena como dueño de “una personalidad violenta, egocéntrica y desordenada, decidido a hacer cualquier cosa –aún ilegales– para subyugar a su compañera de momento”.