“No hay duda alguna de que fue Jorge Néstor Mangeri quien abusó y asesinó a Angeles Rawson”. La frase, escueta pero contundente, pertenece a los fundamentos del fallo por el que el 15 de julio el portero Jorge Mangeri (47) fue condenado a prisión perpetua por uno de los crímenes más conmocionantes de los últimos años. 

El documento fue dado a conocer ayer, tiene 350 páginas y está firmado por los jueces del Tribunal Oral 9, Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas. En él, los camaristas destrozan los argumentos de la defensa, sostienen la figura de femicidio que usaron al momento del veredicto, y argumentan por qué una serie de testigos deben ser investigados por mentir o encubrir.

Para los jueces Mangeri siempre fue contradictorio. “Dice estar conmovido por la desaparición y muerte de Angeles pero prescinde de toda acción tendiente a brindar colaboración o consuelo a la familia. Asegura querer preservar a su esposa del asedio periodístico pero la envía a comprar los medicamentos refugiándose en el domicilio”, remarcan los jueces.

Además, califican de “fábula” la denuncia del portero sobre dos supuestas amenazas que recibió para autoincriminarse. “Vuelve una y otra vez a pretender instalar una teoría conspirativa que carece del más mínimo sustento”, argumentan. También hacen referencia a las heridas que presentaba el portero.

Aseguran que fueron autoprovocadas con un solo fin: “Se hicieron encima de las escoriaciones y tuvieron la finalidad de cubrirlas”. Así, Mangeri quiso tapar los rasguños que Angeles (16) le había dejado al intentar defenderse de su ataque sexual, en algún lugar del edificio de Ravignani 2360, Palermo, aquel 10 de junio de 2013.

Ese acto de defensa dejó bajo la uña del dedo índice de la mano derecha de la adolescente “material genético de Jorge Mangeri”. De nada sirvieron los recursos de la defensa para descalificar la pericia.

“Las conductas desplegadas por Jorge Mangeri ponen de manifiesto que desde su inicio su voluntad estuvo dirigida a someter a Angeles Rawson, usar su cuerpo para satisfacer sus deseos y descartarlo cuando lograra su objetivo o este se viera frustrado”, explican los jueces. El final de la historia es conocido. El cuerpo de la adolescente fue hallado en la Ceamse, adentro de una bolsa de residuos.

Los jueces también ordenan que se investigue a testigos y peritos que participaron del caso. En esa lista figura Diana Saettone, esposa de Mangeri. De acuerdo al Tribunal, ser la cónyuge del imputado no le confería “licencia para mentir”. Sin embargo, para los camaristas eso fue lo que hizo cada vez que declaró.