El abogado Miguel Angel Pierri dijo este sábado tras reunirse con Jorge Mangeri, único detenido por el crimen de la adolescente Angeles Rawson, que aún "no está claro si declarará el lunes" ante el juez de instrucción de la causa y aseguró que cree en el portero "hoy más que nunca".

Pierri se entrevistó por la mañana por casi tres horas con Mangeri en la Unidad Penitenciaria de Ezeiza, donde se encuentra alojado, y, según dijo a la prensa al salir, esperará los resultados de estudios psicológicos "para ver su ánimo" y así definir si aceptará declarar el lunes ante el juez porteño Javier Feliciano Ríos.

"Le mostré el estado actual de la causa. Mi defendido no está ajeno a la causa porque en el penal ve televisión. Lo que no sabemos es si él está apto psicológicamente para declarar el lunes, veremos", relató Pierri, y agregó: "Yo le creo a Mangeri, en absoluto hoy más que nunca".

El abogado sostuvo que el portero está al tanto de todos los cargos en su contra: "De los ADN que llegaron a las uñas de Angeles también hablamos, hablamos de todo. Además, dijo que encontró a Mangeri "mejor de ánimo" respecto a la última vez que se reunieron: "Él está muy contenido por su familia, ya habiendo superado algunos miedos que tenía en la primera entrevista".

En otro tramo del diálogo con la prensa desde el playón del Penal de Ezeiza, Pierri aseguró que su misión es defender a Mangeri "de la mejor manera" de cara al próximo martes, cuando el juez Ríos defina su situación procesal.

"Van a tener que hacer un buen trabajo los psicólogos y psiquiatras para con él, es destacable el trabajo del juez que todos los días está en contacto con psicólogos y psiquiatras del servicio penitenciario", manifestó el abogado.

El próximo lunes a las 9 será la primera vez que el encargado del edificio imputado por el crimen esté cara a cara con el titular del Juzgado de Instrucción 17, ya que las dos veces anteriores en las que Mangeri fue indagado lo hizo ante el juez subrogante Roberto Ponce.

También será la primera vez que en una indagatoria Mangeri sea asistido por su abogado Miguel Angel Pierri, puesto que en las otras dos oportunidades, el portero tuvo a su lado al defensor oficial Carlos Garay, quien siempre le aconsejó negarse a declarar.

Ríos resolverá este martes si dicta la prisión preventiva al portero en base a la evidencia reunida hasta ahora en la causa, especialmente el hallazgo de ADN del imputado debajo de las uñas de la víctima y su autoincriminación en el hecho.

Fuentes judiciales informaron a Télam que la prueba científica reunida hasta el momento es la prueba más importante que tienen los investigadores, y para dictar el procesamiento del encargado por homicidio sumarán otros indicios.

"Soy el responsable de lo de Ravignani 2360; fui yo", dijo Mangeri la madrugada del 15 de junio, cuando declaraba como testigo ante la fiscal y luego de tener varias contradicciones.

Esta fue la primera prueba contundente en la causa, pero luego llegaron estudios que hallaron ADN de Mangeri debajo de las uñas de los dedos índice, mayor y anular de la mano derecha de Angeles.

Además, en base al dictamen de médicos que revisaron a Mangeri, la fiscal está convencida de que las lesiones que presentaba cuando fue a declarar se corresponden con heridas que podrían haber sido realizadas por la víctima durante su defensa o autoinfligidas para enmascarar aquellas que habría sufrido con motivo del ataque.

Angeles Rawson (16) fue encontrada asesinada el 11 de junio en un predio de la CEAMSE en la localidad bonaerense de José León Suárez, con dos vueltas de hilo sisal enrollado en el cuello y su cabeza cubierta con una bolsa de plástico de supermercado.

Los forenses determinaron que la chica murió por aplastamiento dentro de un camión compactador de basura y que no fue violada.

La víctima había desaparecido el día anterior, cuando regresaba de una clase de gimnasia, en el predio de la CEAMSE del barrio porteño de Colegiales y cámaras de seguridad la grabaron llegando a su edificio de Ravignani 2360.

El sábado 15, Mangeri quedó detenido luego de incurrir en varias contradicciones y haberse autonincriminado cuando declaraba como testigo ante la fiscal Asaro.