Tomaron una comisaría, se llevaron un patrullero y robaron el banco
Al menos cuatro ladrones armados coparon la comisaría de la localidad de San Jerónimo Sud, amenazaron al personal policial y se robaron un patrullero para robar el banco
Al menos cuatro ladrones armados coparon la comisaría de la localidad de San Jerónimo Sud, amenazaron al personal policial y se robaron un patrullero para dirigirse hasta la sucursal local del Banco Macro, de donde se llevaron unos 100.000 pesos
Fuentes policiales confirmaron que todo comenzó minutos antes de las 7 cuando los delincuentes llegaron a la comisaría de esa localidad ubicada sobre la ruta 9, entre Carcarañá y Roldán, en jurisdicción del departamento San Lorenzo, muy próximo a la ciudad de Rosario.
Los asaltantes ingresaron a la seccional ubicada en la calle Nápoles 348, de San Jerónimo Sud, y amenazaron a los policías allí presentes, a quienes ataron con alambres y encerraron en una oficina, para luego apoderarse de las llaves de uno de los patrulleros.
Una versión señalaba que los delincuentes se apoderaron de los uniformes de los policías tomados como rehenes, y se dirigieron en el móvil hasta la sucursal del Banco Macro, situada a sólo una cuadra de la comisaría, sobre Nápoles 256.
No obstante, una fuente de la Unidad Regional XVII aseguró a Télam que los ladrones “ya venían vestidos de policías al momento de tomar la comisaria”.
Según los voceros, los ladrones aprovecharon el cambio de guardia que se produce a las 7 en la entidad bancaria y, al estar vestidos de policías, engañaron a los verdaderos uniformados que esperaban el relevo.
Así lograron acceder al banco y amenazaron a policías y empleados, tras lo cual se dirigieron al sector de cajeros y robaron un monto que “no superaría los 100.000 pesos”, según confirmó a Télam una fuente de la Jefatura de Policía con asiento en San Lorenzo.
“Si bien se está haciendo el arqueo, el monto no llegaría a los cien mil pesos, porque los ladrones no pudieron entrar al Tesoro del Banco”, señaló el informante.
Luego, los delincuentes huyeron sin que se registraran personas heridas.
Las autoridades del Banco Macro informaron a través de un comunicado que los ladrones que ingresaron armados a la sucursal de esa entidad crediticia solo robaron "dinero de los cajeros automáticos".
Fuentes de la investigación dijeron que el grupo comando estaría integrado por entre cuatro y seis delincuentes que se movilizaban en dos vehículos, y que el asalto duró unos diez minutos.
Los pesquisas comenzaron a analizar las filmaciones de las cámaras de seguridad del banco para tratar de identificar a los ladrones.
“También se está tomando declaración testimonial a varias personas que habrían visto a los delincuentes, que ahora están siendo buscados por toda la zona”, indicó la fuente.
El intendente de esa localidad santafesina, Marcelo Aníbal Cisana, confirmó en declaraciones periodísticas que los delincuentes encerraron al personal bancario en un baño y que no hubo personas heridas.
Además, recordó que hubo un antecedente de asalto al mismo banco Macro hacía 12 años, pero que a diferencia de éste, los asaltantes no coparon la comisaría.
Luego agregó que si bien en San Jerónimo Sud viven unos 3.000 habitantes, es una localidad que se encuentra a 20 minutos por autopista de la ciudad de Rosario, y tiene "vías de acceso desde el norte, sur, este y oeste".
"Es muy difícil que en un pueblo de tres mil habitantes haya delincuentes que puedan haber cometido semejante hecho", afirmó el intendente en relación a que los asaltantes pudieron no haber sido de la zona.
Para el jefe comunal se trató "de un golpe profesional con trabajo de inteligencia previo".
En tanto, el banco Macro puso a disposición de la Justicia "todos los elementos necesarios para la investigación de estos desafortunados hechos", y avisó que "la sucursal (de San Jerónimo Sud) permanecerá cerrada y se derivará a los clientes a la de Carcarañá".
La modalidad de los delincuentes de copar comisarías en pueblos pequeños del país para robar bancos tiene varios antecedentes en los últimos 15 años, el último de ellos cometido en octubre de 2009 en la localidad santafesina de Zenón Pereyra, donde no llegaron a robar nada.