Volvieron a detener a José Arce y su madre por el crimen de Galliano
Ahora cumplirán la pena de prisión perpetua que se les dictó por el homicidio de Rosana en 2008 en su casa de Exaltación de la Cruz.
Volvieron a detener a José Arce y su madre por el crimen de Rosana Galliano. Ahoracumplirán la pena que se les dictó por el homicidio de la esposa del primero.
Fuentes judiciales informaron que la orden fue librada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Zárate-Campana y que ambos fueron apresados en su casa y conducidos ante los jueces para que se ejecute la medida, que en el caso de la madre será con arresto domiciliario porque tiene 83 años.
El 4 de noviembre del año pasado, los jueces Daniel Rópolo, Elena Bárcena y Raquel Slotolow condenaron a Arce (64) y a su madre a prisión perpetua como coautores del delito de "homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y por haber sido cometido por dos o más personas". Sin embargo, continuaron en libertad a la espera de que el fallo fuera confirmado, lo cual sucedió hace 10 días cuando la sala I del Tribunal de Casación Penal, integrada por Benjamín Sal Llargués y Daniel Carral, ratificó lo actuado en el juicio.
En el caso de Aguilar, los jueces dispusieron que cumpla arresto domiciliario en razón de su edad y por cuestiones de salud. En tanto, está previsto que Arce sea conducido al penal de Campana, donde ya estuvo preso.
El 16 de enero de 2008, Arce y Rosana (29) quedaron en encontrarse en la casaquinta del barrio El Remanso, en Exaltación de la Cruz, donde el primero iba a llevar a los hijos que tenían en común.
La víctima concurrió a la finca con su hermana Mónica Galliano, quienes debido a la tardanza de Arce se aprestaron a cenar en la cocina-comedor, recordó el tribunal. "En determinado momento Rosana recibió una llamada a su celular realizada por su esposo, obligando de ésta forma y logrando el fin propuesto a que su esposa abandone el interior del inmueble", señaló el TOC 1 en su fallo.
Según los jueces, tanto Arce como los familiares sabían de la poca señal que había dentro de la casa y, por ende, los homicidas aprovecharon la situación de que la víctima iba a salir, y fue sorprendida por un individuo que se hallaba en el interior del parque portando un arma de fuego. El hombre le efectuó varios disparos con un calibre 11.25 y tres de ellos alcanzaron a la víctima.
Para los jueces, este femicidio fue "la crónica de una muerte anunciada, como suelen ser lamentablemente todos los casos de violencia de género", con "ribetes de crimen organizado por la forma como se planificó y se cometió".
"Aparte del motivo pasional se pudieron haber sumado también intereses económicos, al tener que compartir el imputado con la víctima la división de bienes gananciales", concluyeron.