El kirchnerismo presentó un proyecto de ley en el Senado para intentar recuperar fondos fugados al exterior de argentinos que no se encuentren declarados, con el fin de pagar la deuda externa. El proyecto recibió el apoyo de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, quien además se reunió con el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley, para solicitarle que ayude con ese recupero.

En medio de la interna oficialista desatada por el acuerdo con el fondo que consiguieron el presidente Alberto Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán, el kirchnerismo mostró una visión diferente de como saldar esa deuda, en consonancia con su postura parlamentaria.

Lo curioso es que el gobierno parece haberse enterado del proyecto presentado por su bloque por los medios de comunicación, dado que la portavoz Gabriela Cerruti, reaccionó recién cuando la iniciativa ya era tapa de todos los portales de noticias. "El Gobierno Nacional valora la iniciativa del Bloque de Senadores del @FrenteDeTodos que impulsa la creación de un aporte especial de emergencia para quienes tengan bienes en el exterior no declarados". Valora, escribió, casi con desdén.

En realidad existe una contradicción evidente: el gobierno piensa pagar la deuda con ajuste y presión tarifaria, el kirchnerismo busca hacerse de dinero con el mismo fin, pero obteniendo los fondos de otras personas.