La Constitución Nacional establece la división de poderes. El Estado cumple diferentes funciones que se atribuyen a poderes separados en una supuesta paridad y equilibrio, que supuestamente se controlan entre sí. El Ejecutivo administra, tienen injerancia en el Poder Judicial, por ejemplo, cuando el presidente elige entre una terna de candidatos a jueces para elevar su pliego al Senado, el Legislativo dicta normas que son obligatorias para el Ejecutivo y que el Judicial debe aplicar, y el judicial emite sentencias individuales que son obligatorias.