Científicos que trabajaron en algunos de los mejores institutos del mundo se incorporarán al nuevo centro de Biología Molecular en Rosario, que acaba de inaugurar la presidenta Cristina Fernández.

Claudio Fernández, uno de ellos, le mostró a la mandataria una foto con su familia y le manifestó su deseo de que los pequeños crecieran en su país y no en Alemania, lugar donde residía debido a su trabajo.

Su vuelta a Rosario. “Mis orígenes…soy un defensor de la universidad pública, gratuita y no elitista. La universidad pública es la generadora de conocimientos”, precisó el Director del grupo Neurobiología Estructural en La Vuelta.

“Cuando uno está capacitado para devolver un poco el conocimiento adquirido, la ausencia de una política de Estado hace que uno termine en otro lado”, enfatizó el investigador.

“Vuelvo al país en mi pico de producción”, bromeó Fernández, quien admitió que su situación económica en Europa era muy superior a la que puede tener en Argentina.

“Es muy importante la sensación que uno tiene cuando hace ciencia en su propio país: es como gritar el gol y festejar sin camiseta con la tribuna local, aunque te saquen (tarjeta) amarilla”, enfatizó.

“En la decisión primaron mis hijos”, dijo Fernández, quien mostró su voluntad de que sus sucesores “no corten el vínculo con sus raíces”.

Fernández marcó la necesidad de “retener a los jóvenes que quieren irse del país y crear infraestructura para la investigación”

“Fuimos capaces de convertirnos en un grupo de referencia científico para el resto del país”, resaltó.

“La diferencia entre un científico del primer mundo y otro de una nación subdesarrollada no es genética: es ambiental, de recursos”, concluyó el investigador.