¿Quién era Carlos Murias, posible primer beatificado por el papa Francisco?
El padre Enrique Martínez, compañero de Murias en La Rioja, aclaró que el ex cardenal Bergoglio "avaló el inicio del proceso de beatificación, pero que la decisión no depende sólo de él". El franciscano fue secuestrado, mutilado y asesinado por la última dictadura en julio de 1976, recordó Martínez.
Un sacerdote asesinado por la dictadura sería el primer beatificado por el flamante papa Francisco. Se trata de Carlos de Dios Murias, quien fue secuestrado y asesinado junto al cura francés Gabriel Longueville en 1976.
Por Continental, el padre Enrique Martínez, que era seminarista cuando Murias cumplía su misión en La Rioja, aclaró que el ex cardenal Bergoglio “avaló el inicio del proceso de beatificación, pero que la decisión no depende sólo de él”.
Carlos de Dios Murias era un sacerdote franciscano. En 1976, en La Rioja, fue torturado y brutalmente asesinado. Era uno de los colaboradores del también asesinado por esbirros de extrema derecha obispo Angelelli.
“La causa para la canonización fue firmada por Bergoglio en mayo de 2011. Lo hizo con discreción para evitar que fuera bloqueada por otros obispos que estaban en contra de iniciativas similares basadas en el compromiso social de los sacerdotes”, explicó Martínez por Continental.
Carlos Murias había nacido en Córdoba en 1945. Su padre, agente inmobiliario y ligado a la política, quería que su hijo fuera militar. Hizo el Liceo Militar, pero cuando terminó, entró al seminario y fue ordenado sacerdote por Enrique Angelelli, obispo de La Rioja. "Debido a la sospecha que había sobre Angelelli, que decían que era comunista, subversivo y que tenía entrevistas con guerrilleros y de tanto que se repetían esas mentiras, calculo que muchos las creyeron", recordó Martínez en Magdalena Tempranísimo.
Así, recaló en el pueblo El Chamizal, en compañía del francés Gabriel Longueville con la misión de fundar una comunidad franciscana. Sin embargo, con el golpe del 24 de marzo del 76 comenzaron las amenazas, lo secuestraron el 18 de julio del mismo año y dos días después su cadáver fue encontrado en el medio de un campo; le habían arrancado los ojos y cortado las manos antes de ultimarlo con un disparo. Lo mismo pasó con Longueville.
Una semana después, el laico Wenceslao Pedernera, comprometido con la Iglesia y la asistencia a los más necesitados, apareció muerto brutalmente en Chilecito. Pocas semanas después, Angelelli encontró la muerte en un extraño accidente que hoy la Justicia investiga como posible crimen (Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez están procesados como autores mediatos).