A 35 años del Golpe Militar: “en la Plaza de Mayo lo que se ve hoy es un tironeo político partidario”, lamentó Graciela Fernández Meijide
Bravo.Continental / La ex dirigente del Frepaso, cuyo hijo fue secuestrado entonces y desaparecido a los 17 años, saseguró que no todos reaccionaron igual frente al dolor: algunos se sumieron en él, otros lucharon y otros murieron, de pena o impotencia. Además, cuestionó la fragmentación de los organismos que luchan por justicia y lo atribuyó a cuestiones políticas.
La ex integrante de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas y ex candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires, Graciela Fernández Meijide, detalló su mirada entonces y ahora, al cumplirse 35 años del último golpe militar argentino.
El sufrimiento de todos. “Cada uno sabe cómo lo sufrió y cuánto lo sintió. No todos reaccionaron igual: algunos se sumieron en el dolor y fueron incapaces de salir de allí; otros salieron a pelear, otros se enfermaron; otros murieron, de pena o de impotencia”, dijo.
“A veces al dolor es muy difícil ponerlo en palabras. ¿Cómo podemos hacer trascender todo lo que nos pasó? Analizando si aprendimos algo”, afirmó en Bravo.Continental.
“El último golpe militar instaló fuertemente el concepto de democracia y el de derechos humanos. Antes existían, quizás, en los libros”, dijo Meijide.
“En los ’70 calificaban a la democracia como un concepto pequeño burgués, en una forma muy despreciativa”, agregó.
“Muchos creían que el asalto al poder estaba en la boca de los fusiles y del otro lado creían que con el poder del fusil iban a poder perseguir a todo levantamiento del Estado. Fue desorden lo que llegó. Que la metodología de persecución fuera la desaparición es la situación más perversa. Agregado a eso que se apropiaran de niños y de bienes”.
“Las Fuerzas Armadas se destruyeron a sí mismas”, sentenció la ex integrante de la denominada Alianza bonaerense.
A los 17 años, su hijo fue secuestrado y luego desaparecido. “Una sola vez una persona que sobrevivió en Campo de Mayo dijo que vio a un grupo de jóvenes que podrían haber sido Pablo, su novia y la hermana de ella. Pero nunca supe cuándo lo mataron y dónde fue a parar su cuerpo”, admitió.
“No voy a la Plaza de Mayo porque me duele demasiado que muchas personas que militaron conmigo terminaron dividiendo organizaciones. Lo que hoy se ve es un tironeo político partidario”, lamentó Meijide.
“Cuando me alejé de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos fue porque entré en la política partidaria y no quise contaminar esa lucha”, explicó.