Cuatro años después de su muerte, no hay día en el que el nombre de Maradona no sea protagonista de alguna conversación en cualquier bar, en charlas futboleras o políticas, en cualquier rincón del país. O qué hubiera hecho en tal situación. Aún ausente físicamente, “Pelusa” sigue presente en el día a día de los argentinos, en cada cancha, en remeras, en banderas, en murales, dibujado en las paredes y en tatuajes. Y aquella imagen de México ‘86 con el capitán argentino besando la Copa del Mundo que se viraliza a diario en donde quiera que sea.