Un estudio reciente realizado por científicos de varios países revela que 20 de las 35 constantes vitales planetarias utilizadas para monitorear el cambio climático se encuentran en niveles extremos sin precedentes. El informe, publicado en Bioscience, destaca que durante el año 2023 se rompieron muchos récords relacionados con el clima, especialmente en cuanto a las temperaturas de los océanos y el hielo marino. Además, se menciona una temporada de incendios forestales en Canadá que generó emisiones de dióxido de carbono sin precedentes.

Los autores del estudio, provenientes de Estados Unidos, China, Australia, Países Bajos, Reino Unido, Brasil y Bangladesh, comparten datos que demuestran la gravedad de la situación. Este estudio se lleva a cabo cuatro años después de la "Advertencia de los científicos del mundo sobre una emergencia climática", en la que participaron más de 15,000 científicos de 161 países.

El informe destaca que es necesario abordar el problema subyacente de que la humanidad está consumiendo más recursos de los que la Tierra puede proporcionar de manera sostenible. De lo contrario, podríamos enfrentar un colapso de los sistemas naturales y socioeconómicos, así como condiciones climáticas extremas y escasez de alimentos y agua dulce.

El estudio también señala que los subsidios a los combustibles fósiles se duplicaron entre 2021 y 2022, alcanzando más de un billón de dólares. Además, se destaca que los incendios forestales en Canadá en 2023 emitieron más dióxido de carbono a la atmósfera que las emisiones totales de gases de efecto invernadero del país en 2021.

En cuanto a las temperaturas, se menciona que en 2023 hubo 38 días con temperaturas medias mundiales superiores a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, lo cual es alarmante ya que antes eran una rareza. Además, se registró la temperatura media de la superficie terrestre más alta jamás registrada en julio pasado.

Los autores del estudio hacen un llamado a políticas que aborden el problema del "sobregiro ecológico" y que prioricen el bienestar humano, reduciendo el consumo excesivo y las emisiones de los países ricos. Entre las recomendaciones específicas se encuentran la eliminación progresiva de las subvenciones a los combustibles fósiles, la transición hacia dietas basadas en plantas, la protección de los bosques y la adopción de acuerdos internacionales para la eliminación del carbón y la no proliferación de combustibles fósiles.

Los científicos subrayan que todas las medidas relacionadas con el clima deben ser equitativas y justas, ya que las personas más pobres, que son las que menos han contribuido al cambio climático, son las que sufren de manera desproporcionada los efectos del mismo. En resumen, el informe destaca la urgencia de tomar medidas concretas para abordar la emergencia climática y proteger nuestro planeta.