Avalan el ejercicio de la prostitución en departamentos privados
Lo determinó la Cámara del Crimen, en una resolución adoptada ante una denuncia promovida por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Un fallo de la Cámara del Crimen reiteró que la prostitución ejercida voluntariamente por una persona en un ámbito privado es una actividad "lícita", siempre y cuando no haya trata ni explotación de personas.
La causa se había iniciado el 13 de diciembre del año pasado por una denuncia promovida por la Dirección General Inspección del Ministerio de Ambiente y Espacio Público del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ante la aparición de carteles pegados de manera informal en el mobiliario urbano porteño con ofertas de sexo y un número de contacto.
"Ante la fijación indebida de anuncios publicitarios en distintos mobiliarios urbanos, y en virtud de haberse intentado localizar al infractor se pudo inducir la posible infracción a la ley de profilaxis", sostenía la acusación.
El juzgado en lo correccional número ocho dispuso tareas de "inteligencia", que consistieron en identificar a los titulares de los números telefónicos (tres mujeres argentinas y mayores de edad) y enviar a una persona a tocar el portero eléctrico del departamento identificado como lugar donde se concretaban los encuentros. Allí, a través del intercomunicador, una voz "manifestó que había tres mujeres y los servicios eran 80 pesos de moneda nacional la media hora hasta 200 pesos la hora aproximadamente".
El juzgado de primera instancia, y luego la sala primera de la Cámara del Crimen, ahora, confirmaron que "no surgen motivos para presumir que en el domicilio citado se esté violando la ley de profilaxis", pues "sólo puede deducirse que en el lugar habría tres mujeres que estarían brindando servicios sexuales a cambio de dinero".
"La actividad que allí se desarrollaría sería lícita, toda vez que no existe ni el menor indicio de la existencia de persona alguna que explote, promueva o facilite la prostitución", sostuvieron los camaristas Luis Bunge Campos y Gustavo Bruzzone