El investigador principal del CONICET, economista y magister en sociología rural, Osvaldo Barsky, analizó la situación actual del conflicto campo-gobierno. Se refirió a las políticas para el sector y responsabilizó al Ejecutivo por la suba de precios de la carne y la drástica disminución de la exportación del producto. También habló de los pro y contras de la soja como principal cultivo del país.

“Este es un impasse contradictoria. Después del profundo conflicto, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez trabajó para retomar el diálogo a través de políticas como el pase la secretaría a Ministerio. También se intentó poner en orden la comercialización”, analizó Barsky de visita en el estudio móvil de Radio Continental en la exposición 125 que se realiza en el predio de Palermo.

Para el especialista, “hay políticas contradictorias” porque si bien existe la voluntad de cambio, “todo termina recayendo en el Secretario de Comercio Interior”, que preside Guillermo Moreno.

La Ganadería. “Pasó por un momento de expansión pero a partir de 2007 hubo una fuerte presión para contener el precio de la carne, algo que generó una disminución abrupta del stock bovino”, subrayó.

Barsky culpó a las “políticas antiganaderas” la suba de los precios del producto y remarcó que en los últimos años “la exportación Argentina, que cayó un 70 por ciento, es una figura de segundo orden” en el resto del mundo.

Retenciones. El historiador del campo, autor entre otros de ‘La Rebelión del Campo. Historia del conflicto agrario argentino’, señaló que “la retención como impuesto es un mal impuesto”.

“El campo es rentable pero no significa que una mejor política subiría la producción”, señaló.

“La soja es un gran fijador de nitrógeno. Pero el problema es que extrae el fósforo” y eso es perjudicial para la tierra.

Agroquímicos. “Hay que utilizarlos con mesura y responsabilidad. Tienen instrucciones muy precisas de uso”, advirtió.