Cerrarán la Catedral de La Plata por una invasión de polillas
Se montará un gran cápsula, similar a una carpa de grandes dimensiones, mediante la cual especialistas en fumigaciones complejas cubrirán la sillería del coro de canónigos, el trono Arzobispal y muebles de la sacristía, para salvar piezas de un valor incalculable.
La Catedral de La Plata será cerrada la próxima semana para combatir la invasión de polillas que avanza sobre parte del mobiliario de madera del mayor templo de la capital provincial.
La medida se extenderá del lunes 7 al viernes 11, por lo que las misas se mudarán a la Capilla de las Hermanas Canonesas de la Cruz, en calle 53 Nº 1039, de lunes a miércoles a las 12 y a las 19.30.
Se montará un gran cápsula, similar a una carpa de grandes dimensiones, mediante la cual especialistas en fumigaciones complejas cubrirán la sillería del coro de canónigos, el trono Arzobispal y muebles de la sacristía, afectados por las polillas.
En el interior de la burbuja, que se instalará en la nave central, se librará una batalla contra los insectos. La tarea estará a cargo de la Fundación Catedral y apunta a salvar piezas de un valor incalculable.
Hoy mismo se pondrían en marcha las tareas para levantar la carpa que cubrirá los muebles afectados, algo que demandaría dos días de trabajo. Una vez armada, comenzará la "batalla de gases" contra las polillas.
El sector afectado por los insectos es una instalación de estilo gótico construida con roble de Eslavonia, y que sólo se encuentra en las catedrales como uno de sus principales símbolos distintivos. La presencia de pequeñas oquedades en el patrimonio escultórico fue lo que alertó al personal de mantenimiento del edificio.
La sillería platense fue realizada en 1936 por el taller de los hermanos Mahlknecht, responsables de las esculturas, tallas y pinturas de ese sector. El lugar es ocupado cada 15 días por un grupo de sacerdotes que asisten al templo para participar de la misa de canónigos.
Además, la estructura cuenta con cuarenta y ocho asientos, dispuestos en dos hileras a los lados del presbiterio y entre los pilares del coro; cubre una longitud de casi catorce metros y según algunos historiadores, ese sector no estaba previsto en el proyecto original de la Catedral.