La automotriz alemana Audi ha anunciado que ha comenzado la producción de combustible diésel sintético hecho con agua, dióxido de carbono e hidrógeno. El producto supone un gran avance en la búsqueda de energías alternativas para frenar el cambio climático y el uso de combustibles fósiles.
 
El combustible, que recibe el nombre de e-diésel y que está creado por el fabricante de automóviles y la empresa de energía Sunfire, está siendo producido en una planta situada en Dresden (Alemania) y es el resultado de mezclar agua, CO2 y electricidad obtenida de energías renovables como la solar, éolica o hidroeléctrica. Parte del dióxido de carbono empleado se obtiene del aire, por lo que aseguran cumplir con la sostenibilidad ambiental.
 
Audi ha publicado un diagrama en el que se muestran los pasos para producir el combustible, un líquido que surge a partir de compuestos de hidrocarburos y que recibe el nombre de azul crudo. Luego, el elemento es refinado, como otros combustibles. La planta de Dresde producirá 3.000 litros de este combustible en los próximos meses. Desde Sunfire, afirman que será posible producir 160 litros por día.
 
“Si logramos generalizar el uso del CO2 como materia prima, vamos a hacer una contribución crucial para proteger el clima y el uso eficiente de los recursos, y poner en su sitio los fundamentos de la 'economía verde'”, destacó la ministra alemana de Educación e Investigación, Johanna Wanka, la primera persona que cargó el nuevo combustible en su vehículo oficial.