Gran parte de las características que teorías vigentes en el último medio siglo consideraban comunes a todas las lenguas humanas no son universales, sino normas compartidas únicamente entre determinadas familias lingüísticas, según un estudio publicado en el último número de la revista Nature.

El estudio, liderado por el investigador de la universidad neozelandesa de Auckland Russell Gray, pone en tela de juicio dos de las teorías mayoritariamente aceptadas en el ámbito de la lingüística, la de Noam Chomsky y la de Joseph Greenberg, al sostener que la diversidad de lenguas está modelada por la evolución cultural y que no existen parámetros universales (biológicos) que gobiernen todas las lenguas humanas. La llamada gramática generativa postulada por Chomsky propone que un número finito de reglas adquiridas de forma innata puede generar un número indefinido de enunciados gramaticales. Joseph Greenberg ha sostenido que existe la tendencia estadística a que ciertos rasgos lingüísticos se den de manera transversal en las distintas lenguas, reflejando unas predisposiciones cognitivas universales.

El grupo de Gray utilizó métodos filogenéticos, con el apoyo de técnicas informáticas, para analizar un tercio de las 7.000 lenguas que quedan en el mundo, entre las que escogieron representantes de cuatro familias distintas de lenguajes. Los investigadores mostraron cómo las estructuras que se habían considerado universales hasta ahora no son transversales, sino que se circunscriben a una determinada familia lingüística.