Descubren el eslabón perdido entre los sellos cilíndricos y el origen de la escritura
Si bien este vínculo es conocido hace generaciones, por primera vez, un grupo de investigación de la Universidad de Bolonia detectó correlaciones entre los motivos grabados en estos cilindros, que datan de aproximadamente seis mil años, y algunos signos de escritura proto-cuneiforme, que se desarrolló en la ciudad de Uruk, ubicada en el sur del actual Irak, hace unos cinco mil años.
Desde hace generaciones se sabe que la escritura en Mesopotamia tiene sus raíces en las imágenes que fueron impresas por antiguos sellos cilíndricos sobre tablillas y otros artefactos de arcilla. Sin embargo, por primera vez, un grupo de investigación de la Universidad de Bolonia ha llevado a cabo un estudio que revela correlaciones entre los motivos grabados en estos cilindros, que datan de aproximadamente seis mil años, y algunos signos de la escritura proto-cuneiforme, que se desarrolló en la ciudad de Uruk, ubicada en el sur del actual Irak, alrededor del 3.000 a.C.
Este estudio, publicado en la revista Antiquity, proporciona nuevas perspectivas sobre el origen de la escritura y tiene el potencial de ofrecer información adicional sobre los significados de los motivos de los sellos cilíndricos, así como sobre los signos del proto-cuneiforme que aún permanecen sin descifrar.
Según Silvia Ferrara, profesora del Departamento de Filología Clásica de la Universidad de Bolonia y coordinadora del grupo de investigación, el desarrollo que posibilitó la transición del simbolismo a la escritura es fundamental para las tecnologías humanas. Este estudio representa un vínculo significativo en la transición de la prehistoria a la historia, al mostrar cómo algunas imágenes de épocas prehistóricas fueron integradas en uno de los primeros sistemas de escritura creados por los seres humanos.
Uruk, una de las primeras ciudades de Mesopotamia, fue un centro de gran relevancia durante el cuarto milenio a.C., extendiendo su influencia desde el suroeste de Irán hasta el sureste de Turquía. Es en esta región donde se originaron los sellos cilíndricos, que generalmente eran fabricados en piedra y decorados con diversas imágenes. Estos cilindros se utilizaban para rodar sobre tablillas de arcilla, dejando una impresión del motivo dibujado.
A partir de mediados del cuarto milenio a.C., los sellos cilíndricos comenzaron a ser parte de un sistema destinado a la gestión contable, permitiendo llevar un registro de la producción, almacenamiento y transporte de bienes de consumo, especialmente productos agrícolas y textiles.
En este contexto, surge el proto-cuneiforme, una forma primitiva de escritura compuesta por cientos de signos iconográficos, de los cuales más de la mitad aún no han sido descifrados. Al igual que los sellos cilíndricos, el proto-cuneiforme se utilizaba para la gestión contable, aunque su uso se documenta principalmente en el sur de Irak.
La conexión entre el sistema de sellos cilíndricos y la invención de la escritura en esta área ha sido reconocida durante mucho tiempo; sin embargo, hasta el presente no se había investigado a fondo la relación específica entre las imágenes grabadas en los cilindros y los signos del proto-cuneiforme. Según Ferrara, el enfoque del estudio se centra en la pregunta acerca de cómo los dibujos en los sellos cilíndricos pudieron haber contribuido a la creación de los signos del primer sistema de escritura de la región.
Para abordar esta cuestión, los investigadores realizaron una comparación sistemática entre los motivos grabados en los cilindros y los signos del proto-cuneiforme, buscando correlaciones que pudieran evidenciar relaciones directas tanto en la forma gráfica como en el significado.
Los investigadores, Kathryn Kelley y Mattia Cartolano, coautores del estudio, explican que comenzaron su análisis con las imágenes anteriores a la escritura y siguieron su evolución hasta el período proto-literario. Este enfoque les permitió identificar una serie de motivos relacionados con el transporte de telas y cerámica que posteriormente se transformaron en signos del proto-cuneiforme.
Este descubrimiento establece por primera vez una conexión directa entre el sistema de sellos cilíndricos y la invención de la escritura, proporcionando nuevas perspectivas en el estudio de la evolución de los sistemas simbólicos y de escritura. Silvia Ferrara concluye que los resultados obtenidos demuestran que los motivos grabados en los sellos cilíndricos están directamente relacionados con el desarrollo del proto-cuneiforme en el sur de Irak, evidenciando cómo el significado asociado a esos dibujos fue transferido a un sistema de escritura.