Científicos franceses han descubierto un grabado singular en la cueva de Ségognole 3, cerca de París, que podría ser el mapa tridimensional más antiguo hallado, datando del Paleolítico Superior. Según un estudio publicado en el Oxford Journal of Archaeology, cazadores-recolectores de hace más de 20,000 años adaptaron la cueva para representar el flujo del agua y, posiblemente, el paisaje circundante.