Se conmemora un nuevo feriado por el Día del Trabajador, gracias a la lucha de la clase obrera en los Estados Unidos para conseguir derechos laborales inexistentes en aquel entonces. 

En la ciudad norteamericana de Chicago, así como en otras partes del mundo, el final del siglo XIX se vio marcado por una creciente organización de los trabajadores, quienes empezaron a ingresar en sindicatos y otras formas de asociaciones laborales con el objetivo de luchar por mejoras en sus condiciones de trabajo.