El único oso polar que queda en el país duerme con aire acondicionado
Arturo es el último ejemplar que vive en la Argentina tras la reciente muerte de Winner. Desde el zoológico mendocino donde se encuentra aseguraron que pasa las altas temperaturas en un playón con sombra y pileta
Según informó a Télam el director del zoológico de Mendoza, Guido Loza, el oso polar Arturo "está tranquilo y pasa las altas temperaturas del verano en un dormitorio de unos veinte metros cuadrados con aire acondicionado colocado a ocho grados centígrados y un playón con pileta".
"Los días de mucho calor se mete en el dormitorio donde tiene el aire acondicionado y en el playón exterior le hemos puesto telas media sombra y microaspersores que humedecen el aire, como una lluvia muy finita, que le permiten pasar el calor de la siesta", explicó el directivo.
Se trata de un animal de unos treinta años que pesa unos 300 kilos de peso, que llegó a Mendoza en 1993 procedente de la ciudad de Búfalo, en los Estados Unidos, cuando tenía unos diez años.
El 1 de mayo de este año, Arturo perdió a su única compañera, la osa polar Pelusa, que había venido a acompañarlo desde Alemania.
"No tenemos previsto buscarle otra compañera porque estos animales son de hábitos solitarios. Además, debemos abocarnos a cuidar bien los animales que tenemos e incorporar especies que se adecúen a nuestro clima y ambiente", opinó Laza.
La madrugada de la última Navidad y a causa de una hipertermia provocada por el calor intenso y los efectos de la pirotecnia, murió el único oso polar del Zoológico de Buenos Aires, llamado Winner, que tenía sólo 16 años.
Desde el zoo de la capital mendocina, ubicado en el Cerro La Gloria, Arturo pasó la calurosa tarde de hoy "tranquilo y bañándose en la pileta que tiene una manguera con agua que corre".
Si bien Laza prefirió no hacer comparaciones con el zoológico de Buenos Aires, opinó que las condiciones en Mendoza, con altas temperaturas y habituales vientos Zonda, "son bastantes buenas".
Sin embargo la muerte de Winner alertó a las autoridades, quienes prevén que los días de calor extremo "habrá alguien que lo monitoree y que lo podría recluir en el dormitorio con la puerta cerrada para que no se caliente el espacio".
"Si bien eso no es el polo, para los días de calor es un ambiente bastante confortable", aseguró.
Respecto a los fuegos artificiales y la pirotecnia, desde el zoo local indicaron que en Mendoza, la época de mayor intensidad no es la de las fiestas de Navidad y Año Nuevo sino la de los festejos de Vendimia de principios de marzo, "aunque chequeos previos determinaron que la disposición del cerro hacen que el sonido no se escuche muy fuerte".