Un anciano de 77 años fue encontrado muerto en el baño de su casa del barrio porteño de Villa Urquiza con sus manos atadas y signos de haber sido golpeado, y los investigadores sospechan que murió de un paro cardíaco por el fuerte estrés mientras lo asaltaban, informaron fuentes policiales.

El hecho fue descubierto ayer después del mediodía en un PH ubicado en Echeverría al 4900, en el barrio de Villa Urquiza, donde fue encontrado muerto Juan Antonio Grasi, de 77 años.

El cuerpo del anciano fue hallado por su propia hija, quien decidió ir hasta la casa de su padre preocupada porque no tenía noticias suyas.

Según dijeron los voceros, la mujer ingresó a la casa, advirtió que había prendas de ropa y otros objetos tirados en el piso, cajones y armarios abiertos, e inmediatamente entendió que alguien había ingresado para robar.

Segundos después, la mujer avanzó un poco más y encontró el cuerpo de su padre en el suelo del baño, ya fallecido, con sus manos atadas con una cinta plástica.

La hija de Grasi se comunicó rápidamente con el servicio de alerta911 para solicitar ayuda y pronto se presentaron en el lugar médicos de emergencias, que constataron la muerte del anciano, y efectivos de la comisaría 39na, con jurisdicción en la zona.
En un examen preliminar, los peritos forenses no notaron ningún tipo de herida cortante ni de arma de fuego, aunque sí presentaba lesiones en el rostro y en otras partes del cuerpo.

De acuerdo con el relato de las fuentes, éstos golpes no eran lo suficientemente graves como para matarlo, por lo que los expertos creían que el hombre murió por un ataque al corazón ocasionado por el miedo que le pudo provocar la presencia de al menos un delincuente en su casa.

Sin embargo, este parecer deberá ser ratificado a través de la operación de autopsia pertinente, agregaron.

Otro factor importante por determinar para la pesquisa es el de la data de muerte, ya que aún no sabían si el asaltante ingresó durante la noche o la misma mañana del jueves.

La hija del anciano le aseguró a la policía que en la vivienda faltaba dinero, aunque no sabía exactamente cuánto tenía su padre y por lo tanto cuánto había sido robado, y que al entrar tuvo que abrir la puerta con su propia llave.

Como no encontraron la puerta violentada, la principal hipótesis es que fue la propia víctima quien le permitió el paso a sus agresores, ya sea porque lo engañaron o porque fuera alguien conocido previamente.

Además, notaron que pese a que había objetos tirados en el suelo la casa no había sido revisada en su totalidad, lo que podría ser un indicador de que el ladrón conocía el lugar y tenía una idea aproximada acerca de dónde estaba aquello que buscaba.

En el lugar trabajaron peritos de la Policía Científica que levantaron huellas dactilares de algunos objetos y hallaron otros rastros útiles para la causa, en tanto que esta tarde se buscaban cámaras de seguridad instaladas en la zona que pudieran haber captado la imagen del asaltante.

Por otra parte, los detectives de la comisaría 39na. buscaban hoy testigos entre los vecinos de la cuadra que puedan aportar datos a la causa y también trataban de ubicar a un albañil que la hija de la víctima les dijo que había hecho trabajos en el lugar en los últimos días y que puede tener copia de las llaves de la vivienda.