Un grupo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en New York, interrumpió la producción de espermatozoides en ratones mediante el consumo de una molécula, de manera “reversible a corto plazo”.

Si tal acción funcionarse en humanos, permitiría un revolucionario método anticonceptivo: la píldora masculina. Se trata de “una droga sin esteroides” que cortó “la producción de esperma sin disminuir la libido”.

Hasta hoy, no se cuenta con ningún fármaco que actúe como anticonceptivo masculino sin provocar efectos colaterales (incluso irreversibles, como la vasectomía).