La prensa húngara se ocupa en lugar destacado de la muerte de Tony Curtis, actor estadounidense de origen húngaro, fallecido el jueves a los 85 años de edad.

"Curtis nunca se olvidó de sus orígenes húngaros", "En su muerte también quiso mantenerse guapo", "Murió uno de los más famosos húngaros", "El príncipe de Hollywood ya no conduce más Ferrari" son títulos recogidos de la prensa magiar, con que recuerdan al actor, fallecido de un paro cardíaco.

El actor, cuyo nombre original era Bernard Schwartz, era muy popular en Hungría, ya que pese a que había nacido en Estados Unidos, siempre intentaba de expresarse en húngaro cuando visitaba el país.

El diario "Népszabadság" dice que Curtis conquistó el mundo del cine "con su sonrisa, la más famosa sonrisa húngara" y resalta que "el príncipe de Hollywood" participó en 2009 en el festival del libro de Budapest, pese a que estaba ya muy enfermo.