Se confirmó que los restos mortales del maestro del barroco italiano Michelangelo Merisi, conocido como "Caravaggio" (1571-1610), fueron sepultados en el antiguo cementerio de San Sebastián en la localidad de Porto Ercole.

Se trata de una pequeña y pintoresca ciudad toscana a la que fue a parar cuando se dirigía a Roma, pero la enfermedad y la muerte le impidieron llegar.

El anuncio lo hicieron en Ravena los responsables de una compleja investigación que ha desvelado uno de los grandes misterios que envolvían la turbulenta vida del genio del claroscuro, que se vio obligado en 1606 a huir de Roma al ser condenado a muerte por el asesinato de uno de los hermanos Tomassoni.

El profesor Silvano Vincenti, responsable de la investigación histórica, explicó que todos los indicios apuntan a que el pintor padecía neurosífilis, una forma de sífilis con efectos sobre la memoria y que puede provocar delirios, además de saturnismo, enfermedad que afectaba a muchos pintores de la época, debido a la asimilación de los pigmentos del plomo.

Dos enfermedades que debilitaron el organismo del genial artista, quien, en estas condiciones, no pudo superar el verano de 1610 (en el que se registraron las temperaturas más elevadas de los últimos treinta años de la época) y murió, dijo Vincenti.