Inventan un revolucionario motor que anda con vapor de agua y músculos artificiales
La primera unidad de potencia que funciona con la energía creada por la evaporación a temperatura ambiente puede iluminar luces LED o coches pequeños a un costo de cinco dólares.
Bioingenieros de la Universidad Columbia, Nueva York, inventaron el primer motor del mundo que funciona con la energía creada en el proceso de evaporación de agua a temperatura ambiente utilizando músculos artificiales. El dispositivo genera 1,8 microvatios de energía, que es suficiente para el funcionamiento de luces LED o coches pequeños todo a un coste de solo cinco dólares. "Los sistemas de ingeniería utilizan la evaporación como fuente de energía muy raramente, o casi nunca, a pesar de los innumerables ejemplos de adaptaciones en el mundo biológico", afirma un artículo publicado en la revista 'Nature' por varios autores como los científicos Xi Chen, Ozgur Sahin o Ahmet-Hamdi Cavusoglu.
El nuevo dispositivo es una realidad gracias a la utilización de músculos artificiales, que los inventores las califican de partes "vivas" del motor porque se expanden y se contraen con infinitésimos cambios de humedad. El descubrimiento tuvo lugar cuando los investigadores de la Universidad de Columbia descubrieron que algunas esporas bacterianas se expanden al absorber la humedad del aire y se contraen al secarse. "En realidad, estos músculos cambian de forma de manera dramática: pueden aumentar cuatro veces su longitud", relató a Popular Mechanics Ozgur Sahin, jefe del equipo de la Universidad de Columbia.
Gracias a este proceso, los investigadores crearon "motores de evaporación" para hacer funcionar la fuerza. El conjunto de alas se puso en marcha de tal forma que se elevaron cuando los músculos artificiales se extendieron, expulsaron el aire, y luego volvieron a su posición inicial. El principio fue aplicado a un motor rotativo que gira cuando solo un lado es expuesto al aire húmedo y el otro lado lo expulsa.
Los investigadores de la Universidad de Columbia creen que la innovación tiene futuro y podría ser aplicada en la creación de fuentes de energía extraordinariamente eficientes y en otros ámbitos como la electrónica de consumo o el diseño de músculos de los robots. Todo esto puede ser realizado con ayuda de agua.