La iniciativa brindará un mapa de los efectos de las emanaciones iniciadas el 4 de junio último por el complejo volcánico chileno Puyehue-Cordón Caulle, situado a unos 100 kilómetros de la ciudad en línea recta, que modificaron el paisaje, la economía y la propia vida cotidiana en los Andes patagónicos.

Se trata de 24 proyectos del Programa de Emergencia Volcánica (Proevo, www.proevo.com.ar), financiado con 500.000 pesos por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, y coordinado por la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), que informó al respecto.

"Surgió a partir de una propuesta que le hicimos al ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao", dijo el rector de la UNRN, Juan Carlos del Bello a Magdalena Tempranisimo

Entre las múltiples preguntas que guían la investigación una de las principales es el estado de los lagos, ríos, arroyos y de varias especies de la flora y la fauna, en particular, los peces. También se exploran aspectos geológicos y económicos.

Otra meta es determinar si las cenizas sirven como material de construcción, por ejemplo a partir de la fabricación de bloques y también evaluar los cambios producidos en células pulmonares por la presencia de las cenizas.

Algunos de los lugares afectados donde habrá estudios son Villa La Angostura y Villa Traful, en Neuquén; y San Carlos de Bariloche y los pueblos rurales de la llamada Línea Sur, en Río Negro.

Un proyecto procura detectar las fuentes de agua sin cenizas por parte de los pequeños productores de esos pueblos. Otro evalúa el sistema de recirculación de agua en el Centro de Salmonicultura de Bariloche.

La UNRN explorarán los efectos de las cenizas en diversas especies nativas y exóticas, además de su uso potencial como sustrato de cultivo. Personal del Parque Nacional Nahuel Huapi estudiará cómo afectan las cenizas la regeneración de los suelos del Bosque de Arrayanes, en la península Quetrihué.

La Estación Experimental Bariloche del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), analiza el efecto de las cenizas sobre los insectos plaga, y también en la abeja doméstica.

"Debido a las características morfológicas y fisiológicas de las flores, es altamente factible que tanto el polen como el néctar producido se contaminen con partículas volcánicas durante los periodos de caída", advirtió una fuente del INTA.

Subrayó que "esta contaminación podría persistir por largo tiempo, aún luego de finalizado el período de actividad volcánica ya que la ceniza caída en superficie puede ser diseminada por los vientos predominantes".

En cuanto al turismo, habrá un relevamiento en hoteles, hosterías, cabañas, agentes receptivos, restaurantes y otros comercios asociados con los visitantes.

También el INTA analizará el efecto sobre la producción forrajera de pastizales en la Patagonia Norte, con una zonificación y el monitoreo del grado de afectación en las tierras de Río Negro y Neuquén.

La UNRN observará la producción artesanal de lana del pueblo mapuche, y también el impacto en economías de pequeña y micro escala en la ciudad de Bariloche. En materia geológica, se elabora una caracterización geoquímica de los productos volcánicos esparcidos.