La Legislatura porteña vuelve a sesionar después del tratamiento de la reforma del estatuto docente, esta vez, para debatir proyectos que regulan la actividad de los manteros, "trapitos y limpiavidrios".

Entre los temas previstos, los legisladores analizarán cambios al Código Contravencional de la Ciudad para ordenar el espacio público y, particularmente, regular la actividad de los vendedores ambulantes.

El proyecto impulsado por el bloque oficialista PRO prevé sancionar con una multa de entre 200 y 600 pesos a la persona que utilice en forma indebida el espacio público con "actividades lucrativas no autorizadas". Además, establece sanciones de entre 5 mil y 30 mil pesos para quien organiza esa actividad "en volúmenes y modalidades similares a las de un comercio".

La iniciativa, sin embargo, excluye a la actividad de los artistas callejeros, en la medida que no exijan una "contraprestación pecuniaria".

La propuesta, impulsada por los diputados macristas Patricio Di Stefano y Bruno Screnci Silva, indica que "sólo se considera contravención a la venta ambulante que se realiza sin permiso".

El proyecto tiene un despacho dividido de la Comisión de Justicia y observaciones de los diputados Rocío Sánchez Andía (Coalición Cívica), Jorge Selser (Proyecto Sur), Delia Bisutti (SI) y Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro).

La Legislatura también buscará aprobar la regulación de la actividad de los cuidacoches y "limpiavidrios", en la vía pública. El dictamen firmado por la mayoría de los diputados propone la creación del "Registro de Cuidadores de Vehículos" (RCV) de la Ciudad, que asignará un horario y lugar para la actividad, darle la indumentaria que considere necesaria y una credencial identificatoria. Además, establece que la retribución que el cuidacoches reciba por su servicio es siempre de carácter voluntario.