El oxígeno es al hombre como el fuego es a su subsistencia. Pero no sólo hablamos de la llama que cuece el alimento…

En cualquier relación sana y duradera no es posible vivir el amor con la misma intensidad que al principio. Y no sólo porque con el paso del tiempo se extingue lo novedoso sino porque -seamos honestos- sería agotador.