La mamá de la nena de 2 años que murió en un accidente de tránsito y decidió donar sus órganos, que permitió realizar varios trasplantes, dijo que más allá del profundo dolor, "estaba en paz tras la decisión" que tomó.

"Estoy en paz, tranquila, yo sé que ella los va a iluminar, yo sé que ella está feliz", dijo Liliana Alfonso, mamá de Evangelina, la nena correntina que murió en un accidente de tránsito en el que además ella y su marido sufrieron heridas de consideración.

La donación del corazón de Evangelina permitió que Renzo, que también es correntino, y tenía una enfermedad cardíaca congénita por lo que vivía con un corazón artificial, volviera a tener la esperanza de vida y recuperarse del trasplante que se le practicó en la noche del pasado sábado.

"Yo quiero conocer a Renzo y a los papás en algún momento, darles un abrazo, un beso y que puedan luchar por mi hija y por mi marido", añadió la mujer.

En este sentido, contó que "mi marido está mal, y tanto él como yo no vamos a poder trabajar ni nada por una temporada; los dos tenemos fracturas en las piernas y él además tienen siete costillas rotas y sigue en terapia", como consecuencia del accidente, y añadió que también tienen otra nena de 5 años.

Recordó que "el dolor de perder a mi hija va a costar para sanar", pero el hecho de haber donado sus órganos le dio tranquilidad aunque, según relató, fue una decisión difícil.

Cuando se enteró de la muerte de su hija, "vinieron mi cuñado y mi hermana, y después iban a venir los doctores a hablar conmigo por el tema de donar los órganos, y yo les dije que no, que no, que no quería saber nada, que mi hija se vaya toda completa".

"Pero -continuó- fue algo que me entró en mi razón y le dije que sí que le iba a dar los órganos de mi hija para salvar otras vidas".