Un estudio reciente publicado en JAMA Pediatrics ha planteado que el uso temprano de dispositivos móviles podría desencadenar un ciclo que afecta la capacidad de los niños para regular sus emociones, sugiriendo la necesidad de una evaluación más profunda sobre los efectos a largo plazo de esta práctica. La investigación destaca que el uso de dispositivos móviles entre niños en edad preescolar ha incrementado notablemente en los últimos años. Se estima que la mayoría de los niños de 4 años ya tiene acceso a un dispositivo móvil propio, con un aumento del tiempo de uso durante la pandemia de COVID-19, que pasó de unos minutos diarios en 2020 a cerca de una hora en 2022.