Un infaltable en el guardarropa de la dama y el caballero.

Hasta los años ’60, el trench era una pieza predominantemente masculina.

El suceso que cambia la historia de esta prenda y la convierte en un clásico fue la última escena de Desayuno en Tiffany. 

En plena calle, Andrey Hepburn abraza a su gato (al que acaba de recuperar porque se había extraviado) mientras George Peppard la abraza a ella para fundirse ambos en un beso apasionado mientras llueve copiosamente en Nueva York.

Por supuesto, ella lleva puesto un magnífico trench en sintonía con la ocasión. En este caso, de la famosa marca británica Burberry, especialista en diseñar este tipo de prendas desde sus comienzos.

De manera inmediata, el trench (más conocido en tierra criolla como ‘piloto de lluvia impermeable’) se convirtió en furor en ventas. Esta tendencia se profundizó cuando comenzaron a difundirlo figuras como Jacqueline Kennedy Onassis y Brigite Bardot.

Dicho esto, nobleza obliga, aquellos años pertenecieron a la segunda ola del saco trench. La primera ocurrió justo antes de los años ’30, en momentos en que Greta Garbo fue fotografiada con uno en el set de filmación de la película ‘La mujer de los affaires’, conocida en Argentina como ‘El carnaval de la vida’.

Estrella de sastrería

El trench es, sin dudas, el aliado perfecto para cada ocasión. Los hay en distintos colores y texturas, aunque la gabardina fue su tela original.

El trench viste para cualquier contexto, de día o de noche, llueva o no llueva. Su elegancia está dada por la caída de la prenda…se desliza cómodamente sobre el cuerpo, se transporta con facilidad. No sufre de arrugas. Y, en el caso femenino, además, es ideal para marcar la cintura. El cinto es la pieza obligada y característica del trench. Un impermeable empodera.

El Hollywood de posguerra hizo del saco trench una pieza casi esencial para los varones de la mano, por ejemplo, de Humphrey Bogart. Hay que decirlo: el trench se lució por excelencia en las películas detectivescas.

Hagamos un poco de historia…

El ‘impermeable’ es una invención británica. Dos casas de ropa de lujo (Aquascutum y Burberry) crearon los primeros sacos a prueba de agua para los soldados de la guerra de Crimea en 1853.

Si embargo, no fue hasta dos décadas después que Thomas Burberry (fundador de la marca) difundió la gabardina y con ella, el diseño de los pilotos impermeables al estilo como los conocemos hoy. Por aquel entonces, todos querían tener un trench pero sólo unos pocos podían pagarlo. 

Un dato: Charles Macintosh, científico inglés, fue quien, en 1843, inventó la tela impermeable.

Aunque suene raro decirlo, el piloto impermeable es una moda que se afianzó en tiempos de guerra. Fue confeccionado para soldados de alto rango. El tono tradicional caqui, además, no era al azar. Se eligió específicamente para ayudar a los soldados a no llamar la atención.

En síntesis…azul oscuro, verde militar, negro o camel, el saco trench pasó del campo de guerra al clóset de celebrities. Lo codiciaban desde Catherine Deneuve y Meryl Streep hasta miembros de la realeza sin excepción.

Una pieza con historia y funcional que nunca pasará de moda.