Un reciente estudio realizado en dos reservas naturales de elefantes en Kenia ha revelado que estos majestuosos animales tienen la capacidad de reconocer y responder a los nombres de sus congéneres. Durante cuatro años, investigadores llevaron a cabo un exhaustivo trabajo de campo, registrando hasta 470 llamadas distintas de 101 elefantes dirigiéndose a 117 receptores únicos. 

Al reproducir las llamadas grabadas ante el mismo grupo de elefantes, se observó que cada ejemplar reaccionaba al escuchar su propio nombre, acercándose al interlocutor o devolviendo la llamada. Este reconocimiento de los sonidos vocales asociados a sus nombres demuestra una capacidad de comunicación única en el reino animal. 

A diferencia de otras especies, como delfines y loros, que se llaman imitando el sonido de llamada del destinatario, los elefantes producen sonidos únicos para referirse a cada individuo, mostrando una forma de comunicación más compleja y abstracta. Esta capacidad de comunicación arbitraria (una cualidad intrínseca de los signos, como mostró Ferdinand de Saussure hace más de un siglo en su ‘Curso de Lingüística General’) sugiere la posibilidad de que los elefantes posean un pensamiento abstracto, una habilidad cognitiva de alto nivel. 

Los elefantes, al igual que los humanos, han desarrollado complejas estructuras sociales y habilidades comunicativas a lo largo de su evolución. Su capacidad para comunicarse mediante vocalizaciones que transmiten información detallada, como identidad, edad, sexo y estado emocional, refuerza la importancia de su conservación.