Los volcanes americanos causaron el fin del Imperio Romano occidental
Un nuevo estudio de los hielos demostró que entre 535-539 erupciones que cambiaron el clima mediterráneo y causaron una peste que exterminó a 1 de cada 3 europeos.
Un nuevo estudio de muestras de hielo de Groenlandia y la Antártida evidencia que en los años 535-536 y 539 d. de C. se produjeron enormes erupciones volcánicas en América del Norte que, después de provocar cambios climáticos en el Mediterráneo, pudieron causar el golpe definitivo al Imperio romano.
Un estudio publicado en la revista 'Nature' apunta que una serie de erupciones volcánicas registradas en Norteamérica en el siglo VI de nuestra era que lanzaron enormes cantidades de sulfato y cenizas a la atmósfera jugaron un papel clave en el final del Imperio romano, que ya había perdido gran parte de su poder e influencia. Tras la caída de Roma en manos de los bárbaros en 476, sobrevino un período de anarquía en la parte occidental del antiguo Imperio, que Justiniano, emperador de la parte oriental, reconquistó por algunos años, sometiéndolo al poder bizantino.
Sin embargo, la nube que oscureció los cielos del Mediterráneo a mediados del siglo VI, desencadenó una serie de cambios climáticos letales para el Imperio: una hambruna generalizada y la célebre Plaga de Justiniano registrada entre los años 541 y 543, la cual acabó con un tercio de la población del continente europeo. Casiodoro, un cargo político destacado de Roma, escribió entonces que el Imperio tenía "un invierno sin tormentas, primavera sin suavidad, verano sin calor".
"Las temperaturas más frías fueron causadas por las grandes cantidades de partículas volcánicas de sulfato escupidas en las capas superiores de la atmósfera cubriendo [durante 18 meses] la superficie de la Tierra de la radiación solar", asegura en 'The Telegraph' Michael Sigl, autor del citado estudio y profesor del Instituto de Investigación del Desierto en Reno y del Instituto Paul Scherrer en Suiza.