“Los países que lograron descender los niveles de inseguridad lo hicieron en base a más familias, más escuelas, trabajo…pensar en construir más cárceles y otras medidas, son paliativos que apuntan al efecto pero no a la causa”, aseguró monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú.

La causa de la inseguridad está en la violencia que muchos en nuestra sociedad sufren desde pequeños. La violencia no empieza a los 16 años cuando chico tiene un arma en la mano, sino que comenzó mientras estaba en la panza de la madre.

Asimismo, hizo hincapié “en lo que hace a la educación y también a la alimentación”

“A veces no basta con que la sociedad dedique algunos recursos sino ver cómo modificar la calidad de vida de estas personas”, dijo el obispo.

Lozano elogió “los resultados de la Asignación Universal por Hijo. Fue superador de muchas situaciones de desnutrición”. En ese sentido, aseguró que los problemas de “la pobreza y la niñez estuvieron en claro retroceso en el último tiempo”.

El religioso recordó datos oficiales: “en la Argentina, 8 de cada 10 niños no crecen lo suficiente por la mala nutrición”.

Asentamientos y barrios humildes. “En la provincia de Entre Ríos hay un proceso de migración de gente del campo a la ciudad, son situaciones muchas veces ligadas al corrimiento de los habitantes urbanos con promesas de mejorar la calidad de vida. Esto provoca luego el hacinamiento” en las urbes, advirtió.