Para la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales, la bengala que mató a Miguel Ramírez en el recital de La Renga, era una bengala náutica.

“Nosotros vendemos bengalitas, que pueden utilizar los chicos. Ningún producto de pirotecnia de entretenimiento puede ocasionar un daño como ese”, precisó Mario Ruschin, secretario de la Cámara.

“Toda pirotecnia de venta libre, para entretenimiento, tiene que pasar antes por el Renar (Registro Nacional de Armas)”, agregó.

“El problema no es quién lo manipula sino dónde se manipula. Hay regulaciones en relación a que no se deberían usar bengalas en estadios de fútbol, por ejemplo”, señaló Ruschin en La Vuelta.