Durante muchos años, una vieja polémica sobrevolaba en la comunidad científica. Varias universidades trataban de averiguar dónde el mejor amigo del hombre se había domesticado por primera vez. Y no era fácil ponerse de acuerdo porque la aparición de nuevos fósiles volvían a llevar todo a foja cero. Ahora, parece que, por fin, se llegó a un acuerdo.

Un riguroso estudio genético ha revelado que los cazadores y recolectores europeos fueron quienes domesticaron los primeros perros, poniendo fin a la larga discusión sobre el origen de los canes.

Frente a la creencia de que los perros “nacieron” en el Asia oriental, un equipo liderado por el investigador Olaf Thalmann, de la universidad finlandesa de Turku, comparó el ADN de perros y lobos de hoy en día con el de animales prehistóricos, cuyos fósiles fueron hallados en distintos puntos del planeta.

Según los resultados obtenidos, todos los perros tienen antecedentes europeos. Fuera del Viejo Continente, en cambio, no se estableció ninguna relación entre hombres y lobos, por lo que la conclusión es clara: fue en Europa donde el lobo se convirtió primero en el mejor amigo del hombre.

Thalmann y su equipo también investigaron el momento en que tuvo lugar el proceso de domesticación: hace entre 19.000 y 32.000 años, cuando Europa estaba poblada por cazadores y recolectores.

Probablemente, los lobos seguían a los cazadores en busca de carroña y restos, con lo que sentaron las bases de su futura relación, escribe el equipo de científicos.

Esta tesis contradice la versión aceptada hasta ahora de que la agricultura atrajo a los lobos hacia los poblados y condujo a la posterior domesticación.

“Así, el perro se convirtió en animal doméstico antes que por ejemplo las cabras, ovejas y vacas fueran domesticadas”, explicó el coautor del estudio Johannes Krause, de la universidad de Tubinga.

Para llevar adelante su estudio, los investigadores de las universidades de Turku y Tubinga analizaron la herencia –es decir, su ADN– de 18 animales prehistóricos, 77 perros y 49 lobos.