Ana María Arroyos, la mujer que enfermó en un crucero y debió ser repatriada al país en un avión sanitario, salió del estado de coma pero su salud sigue siendo grave y delicada.
 
Su hija, Mariana Santos, confirmó que está “en terapia intensiva, con respirador. Sabemos desde un principio que podrían existir nuevas operaciones. Estamos a la espera de nuevos estudios”.