El jueves, uno de los ocupantes de las tierras tomadas en las calles Cruz y Pola, al sur de la Ciudad, sostuvo en declaraciones radiales: "Vamos a aguantar porque necesitamos el lugar de verdad. Hay muchos chicos y mucha gente que necesita de verdad. Le pido por favor al señor juez que no inicie el desalojo. Nosotros necesitamos una solución inmediata".


Al día siguiente, el juez Gabriel Vega suspendió el operativo que tenía como objetivo desocupar el predio en Villa Lugano, ubicado a pocos metros del Parque Indoamericano y de la villa 20, citando "falta de cooperación de las fuerzas federales", según explicó el fiscal Gabriel Unrein.


De esta forma, los ocupantes del predio continúan instalados en el terreno, donde ahora erigen viviendas precariashechas de diversos materiales: maderas, chapas, caño, trozos de paneles de fibra de vidrio, entre otros.


Estos elementos vienen de casillas de la villa 20. Los ocupantes entran y salen del predio teniendo cuidado de no ser vistos por los cinco efectivos de la Policía Metropolitana que realizan guardia en las tierras.


La tierra tomada fue subdividida en 500 lotes con cintas y cables. Gran parte de las familias que usurpan el predio desde hace casi una semana cuentan ya con energía eléctrica gracias al establecimiento de conexiones ilegales, según informó hoy el diario La Nación.


Los ocupantes se mantienen firmes en su intento de asentarse de forma definitiva en el predio, y sostienen que defenderán el terreno. Según relataron al matutino, los primeros días de la toma fueron los más difíciles debido a que las personas que se asentaban en el predio no tenían más que una carpa o una lona donde dormir, algo que va cambiando con la construcción de casillas.


Marcelo, uno de los que participa de la toma, llegó al terreno para vivir junto a su pareja y su hija. Hasta el momento, alquilaba una habitación en la villa 20, al igual que muchas de las otras personas que hoy ocupan el predio de Villa Lugano. Alquilar una pieza les cuesta entre $600 y $1200 por mes.


El hombre, al igual que otros que se instalaron en el predio, cuida su terreno: "¿Sabés lo que pasa? Acá hay muchos que están haciendo un negocio. Vienen de prepotentes a copar la parada. Te sacan tu terreno y después lo venden", relató. De forma similar, Beatriz, otra de las ocupantes, contó: "Estamos con un ojo abierto y otro cerrado, con miedo, porque puede venir alguno y te saca".
En tanto, el magistrado que dirige la causa no podrá ordenar el desalojo hasta que se defina el recurso de amparo presentado en nombre de los ocupantes del terreno en el sur de la Ciudad.


El defensor general adjunto de la Ciudad, Luis Duacasella, informó ayer: "La cámara [de Apelaciones en lo Penal Contravencional y de Faltas de la Ciudad] notificó al juez Vega que "no iba a hacer lugar a otra orden de desalojo sobre el predio hasta resolver el amparo que presentamos en nombre de los ocupantes".


En este sentido, el funcionario explicó que "lo que se planteó en el amparo es que para desalojar hay que saber a quién hay que restituirle los terrenos, y hoy la jurisdicción sobre esos terrenos se está analizando en una causa que lleva la jueza Elena Liberatori, por lo que debería ser ella la que tome el tema".


La ocupación del predio fue además uno de los temas que la presidente Cristina Kirchner tocó durante su extenso discurso al inaugurar ayer un nuevo periodo de sesiones ordinarias en el Congreso, durante el cual se refirió a su diálogo con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, sobre la toma del terreno.


"Hablé con (Mauricio) Macri. Lo digo para desmitificar que no hablo con nadie. Yo atiendo a todos. Él me llamó. Parecía raro, coincidíamos en muchos puntos", sostuvo la mandataria sobre la conversación, en la cual también conversaron sobre el traslado de la estatua de Colón.