Una joven de veinticuatro años batalla judicialmente desde hace nueve para recuperar a su hijo, que dio a luz cuando tenía dieciséis.

Lo tuvo sin que sus padres se enteraran de que había estado embarazada y lo entregó en el Hospital Durand, pero no consintió su abandono.

Cuando sus padres se enteraron de todo y quisieron recuperar al niño, cinco meses después, había sido dado en guarda a un matrimonio conformado por una directiva de un medio de comunicación y su esposo.

En 2004, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil le dio a la joven, decretó la nulidad de la guarda otorgada con fines de adopción y ordenó la restitución del infante, que ya tenía tres años.

Sin embargo, sólo puede ver al niño unas pocas horas por semana, y en presencia de terceros.

La muchacha es respaldada por el Comité de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de Derechos del Niño (Casacidn), que preside Estela Carlotto.

Por Continental, la abogada Adriana Granica, de Casacidn, aclaró que representa “los derechos del niño, no de la madre”.

En La Mañana, denunció que “hubo cierta connivencia judicial. Hubo privilegios en la cola para adoptar. Alguna ventaja por estar en los medios”, atribuyó.

“Todo es muy largo, al punto que el niño tiene hoy nueve años”, recordó Granica.