"Hola cómo estás, te quiero, quiero ser tu amo, p…”, fueron las palabras reproducidas desde el interior del juguete.

Según contó a un medio local Sandra, la dueña de la juguetería, “era la única muñeca que me quedaba. El domingo vino el señor, se la llevó y a los 20 minutos volvió la mamá con la nena de la mano, poco antes de que cerráramos al mediodía”

De acuerdo con la comerciante, la madre le dijo: “Te vengo a hacer un reclamo. La nena no quiere la muñeca porque dice malas palabras. Pensé que estaba equivocada, pero cuando le apreté la panza a la muñeca, era verdad. Le pedí disculpas y le reintegré el dinero y le entregó otro bebote, pero que no hablaba”.

“Hace cinco años que tengo negocio y es la primera vez que pasa algo así. El juguete es argentino, comprado en Buenos Aires. Lo traje en un bulto junto con otras muñecas iguales. Lo compré en un pedido grande de juguetes. No tengo pensado hacer reclamos. Simplemente me pareció insólito”, añadió.

"La muñeca es nacional, se llama Delfi, tiene el delantal de jardín infantes de color celeste. La muñeca es hermosa. Ella es la única que vino vestida de esa manera, quizás por el color de su guardapolvo no se vendió rápido", aclaró, y que “esta muñeca no la vendo”.