Una pastillita de Viagra antes de subirse al avión
Investigadores argentinos ya habían descubierto que el Viagra reduce los efectos de la alteración del reloj biológico en ratones machos. Ahora se comprobó que sucede igual en hembras
Una investigación reveló que una droga usada para la disfunción eréctil, el sildenafil, podría resolver también problemas del sueño y de la alimentación por alteración del reloj biológico, situaciones que ocurren cuando se viaja a través de husos horarios o se trabaja en turnos rotativos.
El descubrimiento del principio activo de la droga sildenafil –cuya marca comercial es Viagra– fue publicado en 2007, tras la experimentación en hamsters machos, y ahora se probó con éxito en ratones machos y hembras. “De poder usarse en humanos, serviría también en mujeres y es probable que no sea necesario más que una sola dosis antes de embarcar, en el caso de los viajeros”, explicó Patricia Agostino, integrante del equipo que trabajó en la investigación.
Publicado hace diez días en el prestigioso Journal PLoS One por tres científicos del Conicet que trabajan en el laboratorio de la Universidad Nacional de Quilmes, el estudio demuestra que el sildenafil podría solucionar alteraciones del ritmo circadiano, que es el ciclo de 24 horas que controla la fisiología y el comportamiento de los humanos.
Este año, “la investigación se hizo en ratones machos y hembras, y se espera que tras la experimentación –que llevará algunos años más– pueda aplicarse en humanos”, dijo Agostino, quien explicó además que “los tiempos pueden ser menores, ya que no estamos ante una droga nueva, sino ante otros usos de una droga ya descubierta”.
La científica integra junto a Santiago Plano y Diego Golombek el grupo de investigadores que demostró el principio activo de la droga, que “soluciona en ratones los síntomas propios del jet lag o desincronización circadiana”. “El reloj interno que controla ese ritmo determina los patrones de sueño y alimentación, y está generalmente regulado por la relación del día y la noche. Es decir, comer y realizar distintas actividades durante el día, dormir de noche”, explicó Agostino.
Este concepto se refiere a la alteración del “ritmo circadiano” que se produce al volar a través de husos horarios, especialmente cuando se viaja hacia el Este, porque el cuerpo no se adapta enseguida a los cambios horarios y la persona puede estar varios días con dificultades para dormir o mantenerse alerta durante el día.
“Sabíamos hace tiempo que una de las formas de sincronización por luz del reloj circadiano es a través de una molécula, el guanosín monofosfato cíclico (GMPc), y que el sildenafil actúa sobre una enzima llamada fosfodiesterasa, que desactiva al GMPc”, explicó Agostino. Por lo tanto, “el efecto indirecto del sildenafil sería aumentar los niveles de este componente y potenciar esta vía, que es iniciada por la luz”, explicó. Con mayores concentraciones de GMPc disponible, “activado” por la luz del sol, la persona tarda menos tiempo en adaptarse al nuevo horario.
“El uso del sildenafil no tiene consecuencias en otros órganos, porque las dosis usadas son menores que las que se indican para el tratamiento de la disfunción eréctil”, aclaró la científica.
“La sincronización y la habilidad de resincronizar los ritmos a nuevas situaciones es de vital importancia, ya que la sociedad contemporánea fuerza cada vez más al reloj biológico por fuera de sus límites”, señaló Plano, otro de los científicos del grupo. Plano, becario post-doctoral del Conicet en el Instituto de Histología y Embriología de Mendoza, señaló que un reflejo de esta situación es el llamado “jet lag social”, situación que ocurre cuando la hora del reloj interno no coincide con el cronograma que plantea la sociedad.
“Tenemos, por ejemplo, que usar despertador por la mañana, o acostumbrarnos a comer en horarios que no tienen que ver tanto con el hambre sino con la disponibilidad de tiempo”, grafica.
Además del jet lag, la droga serviría para tratar los síntomas relacionados con trabajar en turnos rotativos, “o para la persona que tiene insomnio por retraso de fase, es decir que no puede dormirse hasta muy tarde, 2 o 3 de la mañana, y después se tiene que levantar a las 7”.