Una mujer uruguaya ganó el premio internacional “Nariz de Oro” 2010. “Estoy muy feliz, aún lo creo”.

Andrea Alonso, sommelier radicada en España que vivió durante 16 años en Argentina, fue la persona que con mayor precisión distinguió la sepa de los vinos en este año.

“Este interés se despertó cuando yo tenía 24 años, trabajaba en el Hotel Sheraton de Buenos Aires”, precisó Alonso en Bravo.Continental quien puede apreciar hasta la marca de los vinos que prueba.

“Es el entrenamiento, el ejercicio que uno hace. Cuando entro a una verdulería tomo las frutas y las huelo, la gente me mira raro”, señaló entre risas la mujer.

Además, remarcó que “el ejercicio de la cata se trata de un análisis sensorial que le haces al vino donde precisamente los sentidos del olfato y el gusto son los que tienen que estar más alertas”.

“Buena calidad de vinos hay en todas partes del mundo, sólo son diferentes. Muchos países quieren siempre copiar al de al lado pero no se encargan de hacer sobresalir los beneficios autóctonos de su tierra”, opinó la mujer.